Este domingo precede un importante ayuno semanal dedicado al recordatorio del hallazgo de las reliquias de la Santa Cruz en el monte Varag.

Según la tradición, escapando de las persecuciones emprendidas contra los cristianos por el emperador Dioclesiano, las vírgenes de Hripsimé llegaron hasta Armenia, encontrando refugio en labrantíos próximos a Vagaharshapat. Sin embargo, antes de arribar allí se establecieron en el monte Varak, ubicado al sureste del lago Van. La reliquia de la Cruz del Señor que Santa Hripsimé llevaba colgada en su pecho, decidió esconderla en una caverna para resguardarla. Desde entonces, y hasta el siglo VII, la reliquia sagrada continuó oculta allí.

En una ocasión, en el año 653, el monje Todik se encontraba implorando a Dios junto a su discípulo Hovel, para que le muestre piadosamente el lugar del monte de Varak donde se encontraba la reliquia. De repente, 12 columnas de luz rodearon la montaña, y brilló ante ellos la señal luminosa de la Cruz que otrora habían traído consigo las vírgenes Hripsimiants. Durante 12 días, las luminosas columnas fueron visibles desde ubicaciones remotas. Esta feliz noticia se extendió a todas partes.

Cada año, todas las iglesias cristianas apostólicas celebran con gran solemnidad varias fiestas dedicadas a glorificar la Santa Cruz. La Iglesia Apostólica Armenia también tiene una fiesta genuinamente nacional dedicada a la Cruz, conocida como Varagá Surb Jach.

Siempre se celebra dos semanas después de Jachverats, es decir, el domingo comprendido entre el 25 de septiembre y el 1° de octubre. Este año corresponde conmemorarla el 29 de septiembre.